Cumbre de seguridad en la Casa Rosada para coordinar el operativo por la manifestación de mañana frente al Congreso
“Estamos tranquilos, estamos tranquilos”, repitió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mientras ingresaba sin decir más al despacho que el asesor presidencial todoterreno Santiago Cap...
“Estamos tranquilos, estamos tranquilos”, repitió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mientras ingresaba sin decir más al despacho que el asesor presidencial todoterreno Santiago Caputo tiene en el primer piso de la Casa Rosada.
Junto al titular de la SIDE, Sergio Neifert, y su número 2, Diego Kravetz, que llegaron desde la sede de la central de inteligencia, Caputo y Bullrich protagonizan una informal cumbre se seguridad, de cara a lo que se prevé como una renovada y masiva manifestación en apoyo a los jubilados, similar a la del miércoles pasado, que derivó en serios incidentes y heridos en las adyacencias del Congreso.
Si bien se excusaron de dar mayores detalles, fuentes del Ministerio de Seguridad dejaron trascender que el operativo de seguridad será similar al del miércoles pasado, con el despliegue de unos mil efectivos de las cuatro fuerzas que componen el comando unificado (Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria), a la que se sumarán miembros del Servicio Penitenciario Federal, y en acuerdo con la Policía Porteña. Sin embargo, podría haber algunos ajustes en la táctica a aplicar por los efectivos en el terreno.
Un rato después, también ingresó a la Casa Rosada el ministro de Transporte, Franco Mogetta, junto al portavoz Manuel Adorni. Luego de confirmarse su participación en la reunión, fuentes del Gobierno afirmaron que habrá, como el miércoles pasado, controles en las estaciones de trenes, colectivos, y en los accesos a la ciudad.
Ayer, y en conferencia de prensa en Casa Rosada para presentar el denominado proyecto antibarras, la ministra de Seguridad se limitó a aclarar que espera que sea una convocatoria “pacífica” y que “aquellos que tienen antecedentes por violencia no puedan participar”.
Volvió a apuntar contra la jueza porteña Karina Andrade, a quien el Gobierno denunció ayer ante la Justicia federal por su decisión de liberar a más de 100 detenidos por su participación en los graves incidentes de la semana pasada: “Los dejó libres sin mirar antecedentes. Los liberó en un plazo de dos horas, aduciendo que no había lugar en las cárceles. Los jueces tienen que defender a la ciudadanía, no a los delincuentes”, dijo la ministra de Seguridad, quien recibió el público apoyo del presidente Javier Milei, el viernes pasado en Expoagro.
En el Gobierno no ocultan, en conversaciones privadas, que esperan una masiva marcha para mañana, una manifestación en la que podría haber violencia, aunque con una salvedad: que esta vez no participarían barrabravas, ya que-especulan fuentes oficiales-”harían una rotación y esta vez no se expondrían”.
En lo discursivo, no obstante, el Gobierno sigue en una posición de dureza. “No nos asusta la palabra represión”, comentaban ayer cerca del Presidente, quien fue enfático al defender la labor de las fuerzas de seguridad en un contexto de graves desmanes y varios heridos. Una toma de posición que da pistas sobre las directivas que recibirán las fuerzas para la marcha de mañana.
“Mi eslogan coincidía con alguien que competía conmigo . El que las hace las paga, los buenos son los de azul y los hijos de puta que andan con trapos en la cara y queman autos y amenazan a la gente porque no quieren perder sus curros, son los malos y tienen que ir presos”, vociferó. “Vamos a defender la República. No vienen contra mí, vienen contra ustedes, yo solo estoy en el medio. Si acelero en las curvas, ahora voy a hacerlo mucho más”, subrayó el Presidente, antes de ser aplaudido por los productores en Expoagro.
En la marcha prevista para mañana se prevé la incorporación de otros sectores, como la comunidad universitaria y los movimientos sociales, que no participaron de modo orgánico en la manifestación del miércoles pasado.