Es mexicano y fue a trabajar a EE.UU., pero se enfermó y tuvo la peor experiencia: “US$2000 una ambulancia”
Elián Méndez, un joven mexicano, viajó a Estados Unidos para trabajar en un campamento de verano en el estado de Nueva York. La oportunidad parecía ideal: alojamiento incluido y la posibilidad ...
Elián Méndez, un joven mexicano, viajó a Estados Unidos para trabajar en un campamento de verano en el estado de Nueva York. La oportunidad parecía ideal: alojamiento incluido y la posibilidad de sumar experiencia laboral. Sin embargo, su estadía terminó con una enfermedad que lo obligó a pasar por tres hospitales y con costos médicos que lo dejaron sin palabras. “Imposible”, relató.
Mexicano se enferma en campamento de verano en Nueva York y enfrenta altos gastos médicosEn un video que compartió en su cuenta de Tiktok, Elián Méndez contó que llegó a mediados de año a Nueva York, para trabajar en un campamento de verano, a mitad de año. “Durante el primer mes, todo iba bien”, dijo. Sin embargo, al mes siguiente, las cosas comenzaron a complicarse: “Un día me levanté y me sentía un poco mal, noté que tenía un poco de fiebre”.
Es latino y contó su experiencia al enfermarse en EEUUAl principio no le dio importancia, ya que creyó que se había resfriado por los cambios bruscos de temperatura que se registraban en el lugar. Durante varios días tomó una medicación por su cuenta, pero no mejoraba. Su malestar avanzó: primero, fiebre, luego dolor de garganta y tos.
Días después, notó un bulto en la mandíbula. A pesar de que tomaba paracetamol, el bulto crecía. Por ello, decidió consultar en la enfermería del campamento. Allí le dijeron que acudiera a una unidad de emergencias.
El joven contó que no se preocupó, porque conocidos suyos ya habían ido y habían vuelto rápido. “Fui con esa mentalidad: vas, te checan, te dan tu diagnóstico, antibiótico y te regresas. Pues no fue así”, recordó.
La doctora que lo atendió lo derivó a otro hospital porque le dijo que su caso era serio. “Ese momento sentí como me subía y bajaba la presión”, reconoció.
Más gastos médicos en EE.UU.Luego de que la médica de urgencias lo derivara a otro centro de salud para que le hicieran estudios, pasó algo insólito. Lo trasladaron a un centro de salud equivocado, así que tuvo que ir pie hasta el segundo hospital. “Me sentía muy triste, me sentía muy alejado de mi familia”, dijo, mientras su preocupación por su salud aumentaba.
Cuando llegó al lugar indicado, los médicos le realizaron varios estudios. Pasó ocho horas allí, a la espera de sus resultados, angustiado y convencido de que tenía algo grave. Finalmente, ante su insistencia, le dieron su diagnóstico. ”¿Sabes que tienes una infección?“, le dijeron. Los médicos le dieron un antibiótico y volvió al campamento.
Elián cumplió con el tratamiento, pero no mejoraba. Una noche no pudo dormir del dolor y regresó a la enfermería de su trabajo. Otra vez que dijeron que debía ir a un centro de salud y le insistieron para que fuera en ambulancia, algo que él no hizo porque “sabía que era carísima”.
“Prefiero la muerte que pagar US$2000 por ambulancia, eso jamás’”, subrayó. Y caminó otra vez hasta el hospital.
Diagnóstico de absceso y cirugía en EE.UU.: joven mexicano recibe factura de US$10.200Ya en el centro de salud, los médicos le detectaron dos abscesos, uno superficial y otro profundo, cerca de las vías respiratorias. “Yo estaba esperando la palabra cáncer salir de la boca de la enfermera”, admitió que había pensado antes de que le dieran el diagnóstico.
Aliviado porque lo que tenía no era tan grave como había temido, preguntó si podía regresar a México para tratarse, pero le explicaron que no. Tenían que llevarlo a un hospital más grande para atenderlo y lo trasladaron en ambulancia.
“Me sentía en estado de descomposición”, comentó el joven, quien mientras esperaba que lo atendieran presenció escenas impactantes en la sala de emergencias. “Vi de todo, ensangrentados, vi huesos salidos, a un prisionero que estaba todo ensangrentado enfrente de mí, con esposas, vestido de verde”, detalló.
El relato parte dosEl primer drenaje del absceso fue sin anestesia. “Casi me desmayo del dolor y yo eso lo elegí porque dije: ‘Bueno, a lo mejor sin anestesia y menos utensilios me van a cobrar menos’. Error, otro error garrafal”, relató. Luego, los especialistas realizaron un segundo procedimiento maxilofacial para drenar la acumulación profunda de pus.
El diagnóstico más probable, según le informaron, fue una infección de una glándula salival o un corte al rasurarse que derivó en una infección interna. Tras semanas de antibióticos y cuidados, Méndez comenzó a recuperar su salud.
Su billetera no. Todavía sufre las consecuencias de su enfermedad. Explicó que su seguro médico no cubrió todo y que todavía realiza gestiones para que se hagan cargo de sus tratamientos, ya que el valor total de su factura médica fue de US$10.200. Elián quedó estupefacto con esa boleta. “¿Cuál fue el tratamiento que costaba tanto?“, se preguntó sorprendido.
“Lo que aprendí de esto es que hay que valorar lo que tenemos en nuestro país. A lo mejor no es de la mejor calidad, pero al menos no te van a cobrar US$10.200 dólares. Imposible”, afirmó.