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Este 2026, Ludovica Squirru anima a domar la impaciencia y la ira: “Estamos a punto caramelo para que explote todo”

El horóscopo chino de cada año es más que un libro de predicciones astrológicas, es un juego de interpretación para una realidad que cada vez, pese a los avances de la ciencia y la tecnología...

El horóscopo chino de cada año es más que un libro de predicciones astrológicas, es un juego de interpretación para una realidad que cada vez, pese a los avances de la ciencia y la tecnología, se vuelve más y más inaprehensible.

Es una excusa para llevar un mensaje, a quien quiera oírlo. Un llamado de esperanza a quienes encuentran aliento para enriquecer sus miradas de la vida en esta mujer, autora best seller y organizadora de propuestas artísticas, celebratorias y encuentros con su público, desde hace cuarenta y dos años, donde no solo analiza las predicciones del año, sino que comparte experiencias, reflexiones y anécdotas sobre la vida cotidiana y los desafíos que trae cada periodo. Y una confesión: a la hora de responder preguntas sobre qué esperar para cada signo, y aunque ella insiste en aclarar que no hace predicciones sino prevenciones, su respuesta es “buscala en el libro”. Y aunque parece que una nueva edición es más de lo mismo, siempre hay espacio para un dato inesperado o una mirada distinta.

Con la llegada del Caballo de Fuego, el nuevo año chino que arrancará el 17 de febrero de 2026, Ludovica brinda un nuevo diagnóstico que combina advertencias sobre un mundo en crisis con un llamado a la acción personal y colectiva: “Los argentinos viven en estado de alteración continua”, afirma Squirru, al mismo tiempo que invita a domar la impaciencia y a recuperar las pequeñas cosas que sostienen la vida en comunidad.

Pero todavía queda un trecho a recorrer: el tránsito del final del año de la Serpiente al inicio del Caballo de Fuego promete cambios profundos y desafíos que requieren atención a las propias energías y al entorno.

“Estamos a punto caramelo para que explote todo”

– ¿Qué cambiará en el año del Caballo de Fuego, luego de que concluya el año de la Serpiente?

– Ya lo vengo diciendo hace varios años: el mundo está en un Big Bang, en un cambio sistémico mundial. Es la caída de una civilización, como Babilonia, para empezar con algo nuevo. El año de la Serpiente recrudeció las guerras: Israel, Gaza, Ucrania, Rusia, Venezuela. Estamos a punto caramelo para que explote todo, porque el Caballo es brutal. La Serpiente fue dual, con traiciones y movimientos retorcidos.

– ¿Tus consejos para el año del Caballo?

– Domar la impaciencia, la ira, la envidia. Los siete pecados capitales están exacerbados porque es un Caballo de Fuego, el más intenso, en lo bueno y en lo malo.

– ¿Cómo es el Caballo de Fuego?

– En China prefieren que no nazcan mujeres de este signo porque dicen que traen desgracias a la familia. En cambio, los hombres pueden ser ídolos, rockstars, porque tienen mucho carisma.

– ¿Serían como el Leo del horóscopo occidental?

– Exacto. Los Caballo de Fuego entran a un lugar y todos los miran: son carismáticos, sexys, divertidos, bellos. Llaman la atención para bien o para mal. Pero hay que graduar ese fuego, porque hoy la gente está muy “border”.

Afinidades, crisis y salud mental

– ¿Qué se puede esperar en relación a los otros signos?

– El Caballo se lleva muy bien con la Cabra, el Perro, el Tigre y el Conejo. Este año nadie está del todo bien, todos vienen golpeados, pero esos signos estarán más favorecidos.

– ¿Cómo se cierra el año de la Serpiente?

– La Serpiente trajo un conflicto crucial en la Argentina, un antes y un después en la era Milei. Y en el mundo: mil millones de personas con problemas de salud mental. La pandemia, la tecnología, la inteligencia artificial y los robots nos alejaron de la conexión humana. Es un problema sistémico...

– ... Que marca las limitaciones del horóscopo, podríamos señalar.

– Sí, pero es una advertencia que nos invita a despertar. Tenemos que apelar a la inteligencia emocional. En Argentina vivimos en un estado de alteración continua, votando con la esperanza de un cambio positivo.

– ¿Y qué pasa con el inicio del nuevo año?

– La Serpiente nos deja al borde de un cambio brusco, violento, agresivo. El Caballo es impulsivo, casi irracional. Y este año será doble fuego: el signo y el elemento. No será fácil, no habrá paz y amor.

A quién le importa la edad

– Pero seguimos adelante…

– No estamos en un mundo fácil para iluminarnos. Es la lucha entre Eros y Thanatos, entre la luz y la oscuridad. Cada uno debe aportar su granito de arena. Si mi libro ayuda a identificarse y sentirse mejor, ya es mucho.

– ¿Quiénes pueden mantener viva la esperanza en un cambio posible?

- Creo en seres humanos concretos: maestras rurales, gente que trabaja por la defensa del medio ambiente. No puedo generalizar, cada uno, desde su lugar, puede generar un cambio. Pero también observo que en las grandes ciudades imperan el egoísmo, la violencia y la falta de diálogo. A veces a la gente no le importa ni siquiera lo que ocurre en su propio edificio. Imaginá lo difícil que es integrar un país con veinticuatro provincias, donde nadie se pone de acuerdo, pareciera que no hay solución. Pero la palabra clave es, justamente " integrar".

- ¿Qué sería “integrar” para vos?

- Es un concepto que abarca mucho: al que piensa distinto, al que no te gusta o incluso al que hace más que vos. Este país se ha vuelto indiferente, egoísta, violento y sin participación, salvo en determinadas movidas solidarias, cooperativas y espirituales, que son bienvenidas para los que se interesan y participan.

– ¿Y el año próximo que aires nuevos traería?

– El Caballo de Fuego es el signo más sexual del horóscopo chino. Habrá fiestas, reuniones, encuentros sociales. Eso ayudará a la gente. Pero los Caballos, al ser su año, también pagarán un precio. Imaginate que ellos cumplen sesenta años y quieren ser Peter Pan. El caballo es el signo que más se resiste a envejecer, a cumplir años, a madurar.

- Qué gracioso, no tenía idea...

- Esa cosa de la juventud eterna es muy de los caballos. Yo, en cambio, si hay un conflicto que no tengo es el de la edad, cada etapa la fui curtiendo y disfrutando a pleno. Ya estoy cerca de los setenta, me llegarán y no estoy diciendo que me encantaría tener cuarenta y cinco, cincuenta, no, no, porque los viví a pleno. Pero tomar conciencia que cada vez queda menos tiempo de vida es difícil.

– No estamos preparados para aceptar que tenemos fecha de vencimiento…

– Exacto. Y el Caballo de Fuego, si no está alineado espiritualmente, puede ser vengativo y rencoroso. Por eso deseo que la gente recupere las pequeñas cosas: ver amigos, tomar un café, visitar a alguien. Eso da fuerza para seguir.

– La amistad y las fiestas como refugio.

– Sí. Aunque el mundo esté raro, cada día es una oportunidad. Lo mínimo, lo pequeño, es lo que nos sostiene.

– ¿Qué planes podés adelantar sobre la presentación del libro?

– Siempre es una sorpresa, y ya no será en el Planetario.

Firma de libros y presentación

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/este-2026-ludovica-squirru-anima-a-domar-la-impaciencia-y-la-ira-estamos-a-punto-caramelo-para-que-nid07102025/

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