“Fue algo muy feo”: el crudo relato de los trabajadores de un autolavado de California tras una redada de agentes federales
En medio de las tensiones políticas entre el gobierno federal y la administración estatal de California, los ...
En medio de las tensiones políticas entre el gobierno federal y la administración estatal de California, los operativos migratorios continúan en el estado. Uno de los más recientes ocurrió el viernes 10 de octubre en la ciudad de San Gabriel, cuando agentes federales realizaron una redada en un establecimiento de autolavado.
Redada en San Gabriel, CaliforniaSegún testimonios de empleados y testigos, el operativo se desarrolló alrededor de las 11.20 hs, cuando un grupo de vehículos sin identificación oficial rodeó el local ubicado sobre el bulevar San Gabriel. De acuerdo con las declaraciones del gerente del lugar a Telemundo, al menos ocho trabajadores fueron detenidos sin que se les diera oportunidad de presentar documentación legal.
El hecho fue registrado por varios transeúntes y clientes que se encontraban en el área, quienes publicaron videos en las redes sociales en los cuales se mostraban a los agentes federales ingresar al sitio y escoltar a los empleados hacia camionetas sin distintivos.
Los testimonios de los trabajadores de San GabrielEl periodista Carlos Sánchez, de la cadena Telemundo, entrevistó al encargado del negocio y a varios trabajadores que presenciaron el operativo. El gerente, identificado como Nicolás Meza, confirmó que esta fue la segunda ocasión en que el autolavado fue revisado por oficiales federales, aunque señaló que en esta oportunidad hubo detenciones efectivas.
“Llegaron unos 20 agentes al establecimiento y detuvieron a varios trabajadores, incluido a mi sobrino, y me siento triste”, contó Meza. “Habían procesado para arrestar a ocho trabajadores, de los cuales algunos tenían papeles. No sé la razón por la que no los dejaron que los mostraran”, detalló.
Uno de los empleados describió la escena con precisión: “Vimos que llegaron como 15 autos y cerraron la calle. La gente empezó a correr. Llegaron, los agarraron y se los llevaron así nomás, sin preguntar”, aseguró. “No te dejaban sacar nada ni tu cartera. Fue algo muy feo porque fueron demasiado agresivos, no había posibilidad de hablar con ellos para mostrar el ID”, contó.
De acuerdo con los testimonios, el operativo se prolongó aproximadamente 15 minutos. Durante ese tiempo, los agentes que llevaban chalecos con la identificación de “Police” y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) rodearon las instalaciones, ingresaron al área de trabajo y detuvieron a los empleados. Según se observa en las imágenes compartidas en redes, los ocho detenidos fueron trasladados en camionetas sin logotipos.
Meza expresó su preocupación por la manera en que se lleva a cabo este tipo de acciones. “Nunca había visto algo tan devastador no solo para mí, sino para la familia y los compañeros”, señaló.
El DHS mantiene los operativos migratorios en CaliforniaHasta el momento, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) no confirmó los detalles de la intervención en el autolavado de San Gabriel ni publicó una lista de los detenidos. Sin embargo, el mismo día del operativo difundió un comunicado oficial en el que reafirmaba la continuidad de sus acciones migratorias en EE.UU.
En el texto, la agencia federal aseguró que sus agentes “siguen arrestando a los peores inmigrantes ilegales delincuentes”, incluso en medio del cierre parcial del gobierno federal. La subsecretaria, Tricia McLaughlin, declaró que los oficiales trabajan sin recibir paga debido al cierre, pero continúan con el cumplimiento de su deber de “mantener seguras las comunidades estadounidenses”.
“No permitiremos que el cierre gubernamental de los demócratas nos impida arrestar a los peores entre los peores de las comunidades estadounidenses”, indicó McLaughlin. “Los agentes del ICE están arriesgando sus vidas”, agregó la funcionaria. El comunicado no hizo referencia directa al operativo en el autolavado en San Gabriel.
Esta redada ocurrió en medio de un clima político tenso entre el gobierno federal, encabezado por Donald Trump, y California, liderado por el gobernador Gavin Newsom. Las diferencias entre ambas administraciones se manifiestan especialmente en materia migratoria, donde el estado Dorado mantiene políticas más protectoras hacia los migrantes, mientras el gobierno federal impulsa acciones de control más estrictas.