Seguirán presos los cuatro sospechosos por el triple crimen y suman el agravante por violencia de género
Los primeros cuatro detenidos por su presunta vinculación con ...
Los primeros cuatro detenidos por su presunta vinculación con el triple crimen de Florencio Varela se negaron a declarar y seguirán presos. En las últimas horas, el fiscal Gastón Duplaá los notificó que los acusaba de “homicidio calificado por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido por alevosía y ensañamiento y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediante violencia de género”.
Esto significa que, antes de pasarle la investigación a su colega Adrián Arribas, a cargo de fiscalía de Homicidios de La Matanza, el fiscal Duplaá modificó la calificación inicial del sumario que era averiguación de paradero por la de femicidio, al considerar que, de acuerdo a las pruebas, Morena Verri y Brenda del Castillo, de 20 años y Lara Gutiérrez, de 15, fueron asesinadas en el contexto de violencia de género.
Mientras que podrían quedar en libertad, los ocho sospechosos que fueron detenidos durante los procedimientos realizados por los efectivos de la policía bonaerense en la villa Zavaleta. Según fuentes judiciales, ninguno de los sospechosos quedó formalmente imputado por los homicidios de Brenda, Morena y Lara.
Hasta el momento, la investigación por el triple homicidio quedó con cuatro detenidos, entre los que hay dos hombres y dos mujeres y tres prófugos, uno de ellos habría sido identificado como Julio Valverde o Julio Noguera, de 23 años, el supuesto narco peruano que usaba las villas Zavaleta y 1-11.14 como base de operaciones para el tráfico de drogas.
Ante la posibilidad de que se hubiera refugiado en el asentamiento situado en el sur del territorio porteño, los efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza allanaron varias viviendas y apresaron a ocho sospechosos. Pero, no encontraron a Valverde o Noriega también conocido como Pequeño J o Julito ni a los dos sicarios que, según la policía, participaron en las torturas y homicidios de Lara, Brenda y Morena.
Las tres jóvenes habían sido vistas con vida por última vez el viernes pasado en la esquina de La Quilla y El Tiburón, en la rotonda de La Tablada, cuando abordaron una camioneta Chevrolet Tracker blanca para concurrir a una fiesta, con la promesa de que les pagarían US$300 a cada una, según consta en la denuncia inicial por averiguación de paradero, radicada el sábado pasado.
La investigación comenzó como una averiguación de paradero, pero, a partir del hallazgo de los tres cuerpos en la casa situada en Jáchal y Chañar, en Florencio Varela, se modificó la calificación penal y pasará a la fiscalía especializada en homicidios de La Matanza.
Los informes de las autopsias concluyeron que Lara, Brenda y Morena fueron torturadas y después, las mataron y descuartizaron. Además, los forenses que realizaron las necropsias indicaron que las muertes ocurrieron entre las 3 y las 6 del sábado pasado, casi cinco horas y media después que fueron vistas con vida por última vez, en La Tablada.
La hora de las muertes coincidiría con el momento en que el jefe narco habilitó, según informó Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, una cuenta en la que convocó a por lo menos 45 subordinados para una transmisión en vivo por Instagram.
En esa transmisión, el narco, de nacionalidad peruana, expresó: “Así le va a quien me roba” y comenzó a torturar a Lara, a quien habría señalado como la supuesta autora del robo de un alijo de cocaína y dólares.
Las torturas sobre Lara se concretaron en presencia de las dos amigas, quienes después, también fueron golpeadas. La menor de las víctimas fue asesinada de un corte en el cuello, a Brenda le fracturaron la cervical y a Morena le fracturaron el cráneo.
La realización de esa transmisión en vivo de las torturas llegó a conocimiento de los detectives de la DDI de La Matanza, 48 horas después de los homicidios. Al menos dos transas de Ciudad Evita que colaboran como informantes policiales, avisaron de las torturas y aportaron datos sobre Pequeño J o Julito, el jefe narco peruano que habría secuestrado a las tres jóvenes porque presuntamente le habían robado.
Si bien en principio, se informó que Julito, que usaría dos alias: Julio Valverde o Julio Noguera, tendría 23 años, en realidad sería siete años mayor y usaría el apellido de su tío, un narco, de nacionalidad peruana que desarrolla sus actividades en los barrios Santa Rosa, San Francisco Villa Vatteone y Mayol, en Florencio Varela.
En el último de esos barrios está la casa donde asesinaron a Brenda, Morena y Lara. La escena del triple crimen queda a ocho cuadras de la antena que registró la última actividad del celular de Lara, el viernes pasado a las 23.24 y a 700 metros del terreno en la que el sábado a las 4.57 fue abandonada e incendiada la Chevrolet Tracker blanca en la que trasladaron a las tres jóvenes desde La Tablada.
Las tres víctimas fueron llevadas en esa camioneta que tenía la patente adulterada en recorrido de 35 kilómetros desde La Tablada a Florencio Varela. No fue un trayecto elegido de casualidad. En el asentamiento conocido como Villa Palito, a 300 metros de la rotonda de La Tablada estaría la base de operaciones de un narco vinculado con el acusado Julito o Pequeño J.
¿Qué hay detrás del aumento de brutalidad en los crímenes narco?