Nicolás Behringer, el ganador de La Voz: qué hará con el premio, su gran sueño y los vínculos que se lleva del reality
“Todavía estoy en shock, creo que no caigo”, confiesa a LA NACION ...
“Todavía estoy en shock, creo que no caigo”, confiesa a LA NACION Nicolás Behringer, el flamante ganador de La Voz Argentina (Telefe). Al momento de la conversación telefónica con este medio, apenas pasaron doce horas desde que Nicolás Occhiato lo anunció como el gran vencedor del certamen que también consagró al debutante Luck Ra como coach. “Quería ganar más por él que por mí”, asegura el carismático artista callejero de 28 años, que se hizo acreedor de una suma de 70 millones de pesos, un auto 0 KM Volkswagen Tera y la posibilidad de firmar un contrato con la discográfica Universal Music.
Todavía con un poco de sueño después de una noche cargada de emociones, Behringer cuenta que los festejos fueron tranquilos en una casa de la localidad de Avellaneda. Vio la final junto a su pareja, su hermana y sus amigos íntimos. Esa familia que formó en el camino y que lo acompañó, lo sostuvo y lo alentó en este proceso, desde las audiciones a ciegas, donde solo Luck Ra se dio vuelta ante su potente versión de “Prófugos” de Soda Stereo y le dio el voto de confianza que lo llevó al podio.
“Yo estaba tranquilo, asimilando la noticia, y los demás saltaban y gritaban, se enteró toda la cuadra”, dice entre risas. ¿Si estaba nervioso antes de conocer el voto del público? “Me tomo las cosas con calma y siempre confío en que va a ser lo que tenga que ser”.
Además de su talento, fueron su historia de vida, su resiliencia, su humildad, su empuje y la calma y la sabiduría que transmite al hablar algunas de las cualidades con las que conquistó a la audiencia de La Voz Argentina. Pero sin quererlo ni buscarlo, porque si hay algo a lo que Nicolás Behringer nunca apeló fue a la victimización ni al golpe bajo. “Yo me muestro como soy. Mi historia es la que me tocó, y solo compartí un pequeño porcentaje de todo lo que viví. Y estoy bien con eso”, remarca. Según contó en el reality, vivió hasta los 13 años en la calle y, desde que murió su papá en 2020, asumió la responsabilidad de criar a su hermana, que entonces tenía 12 años.
Su “hermanita” fue su principal aliada y compañera, hacedora de las mejores críticas constructivas, y quien más fe le tuvo como ganador desde que comenzó el certamen. No solo estuvo en cada una de sus audiciones y presentaciones, sino que fue quien caminó junto a él en todo su proceso anterior, como artista callejero, la que lo vio salir a cantar con fiebre o con otitis, recuerda Behringer, cuando había que salir a cantar “sí o sí porque había que generar ”.
Así, esa pequeña y a la vez gigantesca familia se convirtió en una de cientos de miles de integrantes a partir de su paso por La Voz. A medida que se desarrollaban las grabaciones con jornadas extensas que le demandaban mucho tiempo y energía, sus seguidores en las redes sociales comenzaron a pedirle que compartiera su alias para colaborar con sus ingresos mientras él avanzaba en el reality, así no tenía que preocuparse tanto por su trabajo y podía resguardar su voz para la competencia. “Nunca me voy a olvidar todo lo que me bancaron”, asegura.
Nicolás Behringer: de artista callejero a ganador de La VozEn esa travesía, Luck Ra también fue un pilar importante más allá de su rol como coach. Uno de los momentos más emotivos del programa de Telefe, que sin lugar a dudas quedará en la memoria del público y del propio participante, fue cuando el cordobés le obsequió un teléfono celular nuevo. “Veo que sos una persona que usa mucho el celular, así que me nació de todo corazón regalarte un celu bien piola y bien facha para que puedas hacer tus videos con más calidad”, le dijo el carismático cuartetero. “Luck Ra es un divino, divertido, muy humilde y buena gente”, señala su discípulo a la vez que hace un paralelismo con lo que una vez dijo La Joaqui sobre cómo trajo luz a su vida después de todo lo malo que atravesó.
¿Cómo visualiza su carrera ahora que se consagró como ganador de La Voz Argentina? El rock es su norte pero, al igual que en sus presentaciones como artista callejero y lo que se vio a lo largo del certamen, Behringer se ve explorando todo tipo de géneros. “Quiero entretener, que haya fiesta, que la gente se sienta acompañada con mi música”, dice, así como él se sintió acompañado cuando no tenía nada más. También quiere seguir componiendo sus propias canciones.
Según reconoce, uno de los mayores aprendizajes que se lleva de la competencia es el saber enfocar su energía en las cosas correctas, en lo que realmente lo amerita. Y, en ese sentido, asegura que no presta atención a los mensajes de los haters en las redes sociales. “Eso habla más de ellos que de mí; no me conocen”, sostiene.
Su sueño recién comienza. Todavía tiene mucho por asimilar y un largo camino por recorrer. “Me dicen que el verdadero trabajo empieza ahora”, cuenta entre risas sobre sus primeras horas como el gran ganador de La Voz Argentina. ¿Cuáles son sus planes con el premio de 70 millones de pesos? “Siempre fui muy autodidacta para aprender sobre inversiones, marketing y todo tipo de estrategias para crecer y optimizar mi ‘marca’”, explica, y señala que piensa seguir en esa misma línea y, si se puede, “invertir en una vivienda”.