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Empiezan las Jornadas Fogwill, el último “señor terrible” de las letras criollas

La decimotercera edición de las Jornadas de Escritores, que se llevará a cabo miércoles y jueves en la Biblioteca del Museo de Arte Latinomericano de Buenos Aires (Malba, Av. Figueroa Alcorta 34...

La decimotercera edición de las Jornadas de Escritores, que se llevará a cabo miércoles y jueves en la Biblioteca del Museo de Arte Latinomericano de Buenos Aires (Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415), con entrada libre y gratuita, estará dedicada al último “señor terrible” de las letras argentinas: Rodolfo Fogwill (1941-2010). Organizadas por el Instituto de Literatura Hispanoamericana (ILH) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), las Jornadas Fogwill rendirán tributo al autor de Los pichiciegos, Lo dado y Vivir afuera.

Licenciado en Sociología por la UBA, Fogwill fue consultor de empresas en temas de publicidad y marketing (que supo aplicar para la promoción de su obra), profesor universitario, editor (en 1979 fundó la editorial Tierra Baldía, donde publicó a autores como Néstor Perlongher y los hermanos Lamborghini, además de su primer poemario, El efecto de realidad, y su primer libro de cuentos, Mis muertos punk), “chistógrafo” secreto, columnista en medios gráficos y adalid de la incorrección política.

Aunque se definía como un “liberal marxista”, apoyó el Movimiento por la Dignidad y la Independencia (la agrupación política del excarapintada Aldo Rico), sostuvo que el alfonsinismo había clausurado un debate profundo sobre la dictadura militar, se opuso a la despenalización del aborto y asesoró al joven partido político creado por Mauricio Macri.

Se le reconoce haber sido el autor de novelas que retrataron épocas de la historia reciente argentina (en especial, el menemismo), como Vivir afuera (Premio Nacional de Literatura en 2004), La experiencia sensible y En otro orden de cosas, y de cuentos de antología, reunidos en Ejércitos imaginarios y Pájaros de la cabeza, entre otros. Hizo reversiones de clásicos de Jorge Luis Borges (“El Aleph”) y Virginia Woolf (Orlando), protagonizó polémicas con editores (“acusó” a Juan Forn de haber querido reescribir su novela Una pálida historia de amor) y participó de la película El artista, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, donde (junto con León Ferrari y su amigo Alberto Laiseca) interpreta a un anciano internado en un geriátrico.

Entre otros, participan de las jornadas investigadores, escritores y editores como Claudia Román, Damián Ríos, Ricardo Strafacce, Fermín Rodríguez, Mario Cámara, Lara Segade, Walter Romero y Verónica Rossi. El jueves, a las 19.30, en el cierre de las jornadas, el músico y escritor Antonio Birabent interpretará “Juntos en la pecera de Acuario”, canción con letra de Fogwill.

Las organizadoras del evento son las profesoras e investigadoras Silvana López, Denise Pascuzzo y Virginia Castro, del ILH. “Las Jornadas de Escritores tienen el objeto de provocar nuevas lecturas sobre la obra y trayectoria de vida de escritores argentinos –explica López a LA NACION-. En esta oportunidad, el escritor revisitado es Fogwill en tanto su escritura y figuraciones de autor ingresan en el espacio literario con una apuesta política, disruptiva y polémica, que trastorna las formas consensuadas y establecidas”.

Para Pascuzzo, la obra fogwilliana “despliega una poética atravesada por una singularidad en la que se lee no solo un artesanado del estilo sino también la búsqueda de una lengua propia, en diálogo con sus maestros, Borges, Leónidas Lamborghini, Alberto Girri, y sus ‘modelos de narcisismo’: Blake, Eliot, Álvaro de Campos, san Juan de la Cruz, Quevedo, Mallarmé”.

Castro remarca la “figura de polemista” del escritor. “De propagador de poesía, de provocar con sus declaraciones al estado de flotación interminable y al burbujeo del bienestar –grafica–. Un ir con la buena escritura contra la falta de imaginación, la chatura, la convención, el marketing editorial, el servilismo. Un escritor que interviene en la esfera pública haciendo visible lo invisible; en esa dirección, es notoria, entre otras, tanto su denuncia de que el verdadero carácter de la dictadura militar fue banquero- oligárquico-multinacional como la novela radical y subversiva que escribe sobre la guerra de Malvinas . En las jornadas intentaremos repensar sus novelas, sus cuentos y su poesía completa, su escritura ensayística y su escritura de guerra, y dar cuenta de cómo se resignifica su obra y su figura de escritor a partir de la publicación de inéditos, no corregidos por él y del armado del Archivo Fogwill”.

Las jornadas se realizan tras el cierre de la muestra archivística Fogwill: muchacho punk, en el Museo del Libro y de la Lengua de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

Mutaciones subjetivas

“Además de dar nombre a uno de sus relatos, los ‘restos diurnos’ son un objeto recurrente en la literatura de Fogwill -afirma la investigadora y docente Claudia Roman, que se presentará en la primera mesa de las jornadas, tras la apertura este miércoles, a las 14-. Quizá, porque son un modelo de su propia escritura: palabras trabajando por recobrar imágenes, sabiendo de la inevitable pérdida en el pasaje de una cosa a la otra, recuperando algo de ese sentido en la sintaxis y en la música que evocan. La gran ventana de los sueños, el diario onírico, de edición póstuma en 2013, donde Fogwill reunió una sucesión de cuarenta y cuatro piezas breves, soñadas, analizadas y reescritas a lo largo de más de cuarenta años, ofrece una alternativa al cierre de su obra, bajo la forma de una summa de restos diurnos, que la alucinan y la transforman”.

El escritor y director del área de Letras del Fondo Nacional de las Artes, Patricio Zunini, participará del encuentro. “Era políticamente incorrecto, pero no simplemente escandaloso -dice el autor de Fogwill, una memoria coral-. Su pensamiento aparece desplegado en Los libros de la guerra, el volumen que publicó Mansalva con sus columnas y notas en las revistas de los años ochenta. Fogwill iba a contrapelo del progresismo. Era un tipo que ponía el dedo en la llaga. Todavía hoy es difícil de leer. Los que lo conocieron dicen que era cabrón, pero generoso. Inquieto, histriónico, casi operístico. También un tanto misógino: todos sus amigos eran varones y las mujeres que lo admiraban como escritor no podían permanecer a su lado más que un momento antes de sentir una incomodidad creciente. Lo conocí poco, pero conmigo fue muy generoso y también áspero. De algún modo te exigía estar a la altura. A veces te llamaba por teléfono para decirte ‘Leé a tal’ y nada más. Por supuesto, la mayoría de las veces le hice caso”.

El investigador y ensayista Fermín Rodríguez, autor de Señales de vida: literatura y neoliberalismo, integra una de las mesas del jueves. “La literatura de Fogwill funcionó como un sensor privilegiado para captar de manera anticipada y alucinatoria lo que el neoliberalismo, un poder que funciona directamente sobre el cuerpo, sin pasar por la ideología, estaba haciendo ‘por adentro’ de sujetos que dejaban de ser ciudadanos para convertirse imperceptiblemente en ‘empresarios de sí mismos’ -sostiene-. Tal vez por eso tiene más para enseñarnos sobre las mutaciones subjetivas que atraviesan una época que las ciencias económicas, la sociología o el psicoanálisis. Novelas como Los pichiciegos o Vivir afuera lograron activar la lengua para hacer aparecer, en el registro de lo afectivo y lo perceptivo, lo real de un cambio sentido e imaginado por escritores como Fogwill antes de poder ser pronunciados y procesados por los discursos que configuran nuestra realidad cotidiana”.

Mario Cámara, investigador, profesor y ensayista, piensa que Fogwill fue una de las voces más incisivas frente al consenso democrático de la posdictadura, en los años ochenta. “En sus textos periodísticos, desarmó las retóricas que presentaban la democracia como un nuevo comienzo, mostrando que los efectos económicos y simbólicos de la dictadura seguían activos -argumenta-. Fogwill no buscaba reconciliar ni salvar nada: lo que quería era decir lo que no se podía decir y hacerlo con precisión. En esa búsqueda por encontrar la palabra justa residía, más que una provocación, una forma de lucidez política”.

Tras su realización, las Jornadas Fogwill se subirán, junto con las otras Jornadas de Escritores, al canal de YouTube del Malba. La programación completa se puede consultar en este enlace.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/empiezan-las-jornadas-fogwill-el-ultimo-senor-terrible-de-las-letras-criollas-nid14102025/

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