La ultraderecha de Israel amenaza a Netanyahu por el acuerdo con Hamas, pero por ahora no dejaría el gobierno
TEL AVIV.- El masivo apoyo al ...
TEL AVIV.- El masivo apoyo al acuerdo con Hamas de la población israelí, incluidos grupos de derecha de familias de secuestrados que siempre habían pedido la continuación de la guerra, frenó a los ministros ultrarreligiosos de amenazar con romper la coalición de gobierno. Pero advirtieron que este jueves votarán en contra del plan impulsado por el presidente norteamericano Donald Trump.
A pesar de los rumores iniciales de que el gobierno y el gabinete actuarían con gran rapidez en la aprobación del acuerdo, hubo un retraso de varias horas en el comienzo de la reunión. La emisora pública Kan informó que la postura del ministro de seguridad pública, Itamar Ben Gvir, de vetar la liberación de varios prisioneros palestinos que cumplían múltiples cadenas perpetuas por terrorismo como parte del intercambio de rehenes había causado el retraso.
Gvir, aliado clave de Netanyahu, declaró luego que él y miembros de su partido de extrema derecha, Poder Judío, votarían en contra del alto el fuego.
En un comunicado afirmó que su partido “se niega a formar parte de un gobierno que permita la continuación del dominio de Hamas en Gaza” y acusó a la opinión pública israelí de pasar por alto los peligros de liberar a cientos de militantes condenados.
Aunque de momento no anunció su salida de la coalición, Gvir advirtió que “si no se desmantela el régimen de Hamas”, su partido disolverá el gobierno.
El ministro, quien supervisa la policía como jefe de seguridad nacional, ya había renunciado al gobierno de Netanyahu al inicio del alto el fuego anterior, en enero de este año, antes de reincorporarse a la coalición horas después de que Israel pusiera fin al alto el fuego y reiniciara las operaciones militares en marzo.
De la misma manera, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, un ultraderechista que se ha opuesto a acuerdos de alto el fuego anteriores, dijo que tenía “emociones encontradas”.
Si bien recibió con beneplácito el regreso de los rehenes, dijo que sentía “un miedo inmenso sobre las consecuencias de vaciar las cárceles y liberar a la próxima generación de líderes terroristas” y dijo que, tan pronto como los rehenes sean devueltos, Israel debe continuar los combates para erradicar a Hamas y asegurar que Gaza sea desmilitarizada.
Smotrich también presentó su renuncia al gobierno en marzo pasado y luego dio marcha atrás con la reanudación de los combates en Gaza.
De todas maneras, en este momento al premier Netanyahu tampoco le faltan votos en la Knesset (parlamento), por lo que la estabilidad del gobierno no está ahora en riesgo.
“Netanyahu, más popular que nunca”Para la próxima semana se espera que el presidente Trump visite Israel y también se dirija al parlamento israelí cuando los rehenes ya hayan sido liberados. El propio mandatario norteamericano consideró este jueves que la oposición no cuenta con apoyo para enfrentar el acuerdo con Hamas.
Netanyahu ha visto ensombrecido su liderazgo por un juicio por corrupción en curso mientras lidiaba con la guerra de Gaza. De todas maneras, por motivos de “seguridad nacional”, la Justicia decidió por el momento suspender en junio las audiencias con el premier sobre el proceso en curso.
Give @realDonaldTrump the Nobel Peace Prize - he deserves it! 🏅 pic.twitter.com/Hbuc7kmPt1
— Prime Minister of Israel (@IsraeliPM) October 9, 2025Su control del poder dependió siempre en gran medida del apoyo de sus socios de coalición de línea dura y extrema derecha, que lo habían instado a continuar con las operaciones contra Hamas hasta la eliminación del grupo.
Pero este no es el momento de los ministros ultrarreligiosos para enfrentar el plan de paz en momentos en que se espera la llegada del presidente estadounidense a Israel. El edificio de la Knesset se iluminó con los colores de la bandera estadounidense la noche del jueves y los ciudadanos desplegaron pancartas de agradecimiento a Trump.
Una maniobra desestabilizadora de Smotrich y Ben Gvir en este momento no habría tenido sentido. Estos son los días dedicados a esperar el regreso de los secuestrados, después de dos años de sufrimiento.
De hecho Trump sugirió este jueves que la posición política de Netanyahu se ha visto reforzada por el alto el fuego y el acuerdo sobre rehenes.
“Creo que es muy popular en este momento. Es mucho más popular hoy que hace cinco días”, dijo el presidente estadounidense sobre Netanyahu. “Puedo decirles ahora mismo que la gente no debería postularse contra él. Hace cinco días, tal vez no hubiera sido una mala idea”, señaló.
En rigor, las elecciones en Israel serán a más tardar en octubre de 2026 —aunque podrían celebrarse antes si su gobierno cae o decide acelerar el calendario—. “Si pudiera hacer que las próximas elecciones se celebraran en una semana, las aceptaría”, dijo Asaf Shariv, analista político y exdiplomático israelí.
En la misma línea, Reuven Hazan, profesor de ciencias políticas en la Universidad Hebrea, calificó el acuerdo como un “punto de inflexión” para Netanyahu: “Estamos a menos de un año de las elecciones, probablemente mucho menos, y él se encaminaba hacia una campaña que lo habría destrozado desde todos los ángulos posibles”.
El fin de la guerra podría incluso aliviar la amplia presión pública sobre Netanyahu para que exija a los judíos ultraortodoxos servir en el ejército, especuló Hazan, un cambio que venía intentando evitar porque, justamente, los partidos ultraortodoxos son miembros cruciales de su coalición.
Agencias AP, ANSA y The New York Times